lunes, 1 de noviembre de 2010

Carta para Lu

Una carta para Lu de parte de Frank Eckart (mi personaje de mi serie de relatos " Caminos de redencion" )

"Querida Lu:
Me encuentro borracho y afligido, el final inusitado de
Las circunstancias me hacen pensar que nada de eso fue
Ni un poco real, si tuviera la oportunidad me arrancaría
De esta ingrata conciencia el sentimentalismo que hace
De tu recuerdo el momento mas vivido me mi efímera
Existencia.
Que yo sufra mucho caréese de importancia comparado
Con el problema de que no seas capaz, mi querida Lu,
De reencontrarte a ti misma. Nunca he conocido a una
Persona más pobre que tu:

Ignorante pero con mucho ingenio
Capaz de aprovechar al máximo lo que conoce
Sin gusto pero ingenua de esta carencia
Sincera y justa en minucias, por tozudez en general

En una escala mayor, en la actitud total hacia la vida:

Insincera
Sin la menor sensibilidad para dar o recibir
Carente de espíritu e incapaz de amar de verdad
En afectos siempre, enferma y al borde de la locura
Sin agradecimientos, sin vergüenza hacia sus congeneres...

En particular:
Medianamente fiable
De mal comportamiento
Grosera en cuestiones de honor....
Un cerebro con insipientes indicios de alma
El carácter de un gato: un depredador disfrazado de
Animal domestico
Nobleza como reminiscencia del trato con personas más
Nobles
Fuerte voluntad, pero no un gran objeto
Sin diligencia ni pureza
Sensualidad cruelmente desplegada
Egoísmo infantil como resultado de atrofia e
Insatisfacción emocional
Sin amor por las personas, pero enamorada de las ideas
Con necesidad de expansión
Astuta, llena de autodominio ante la sexualidad masculina.

Adiós mi amada Lu. No volveré a verte. Protege tu alma de
Acciones como estay haz a los demás, especialmente a
Aquellos que si llegues a querer con sinceridad, el bien que
no me pudiste hacer a mí.
Yo no cree el mundo, aunque ojala lo hubiera echo: entonces
Podría soportar toda la culpa por el modo en que sucedieron
Las cosas entre nosotros.
Adiós querida Lu. Eres la última a la que le he enviado
Carta por que creo que ya nos hemos leído bastante.

Tuyo

  F.E."

¡¡Que Hospitalidad!!(Fragmento)

empesamos el blog con un fragmento de un relato de un amigo mio 


Escuchaba cristales rotos en mi cabeza, la coraza de mi piel abierta, y el liquido corriendo por mi cara, mientras que sentía a mi ser abierto por el abdomen, manos y cara. Mientas a su ves me esculcaban mis bolsillos sin lograr obtener nada.
Escuche una sirena, pisadas veloces a la vez que me incorporaba, me sentía jodido, camine unos pasos, y no paraba de sangrar de la cabeza, utilicé mi camisa para hacer presión en la herida de la cabeza, aunque no ayudo de mucho, me acerque al oficial de policía que al parecer su simple existencia salvo mi vida.
En escasos minutos llego una ambulancia, subí al vehículo y el paramédico comenzó con mis manos, que al observar, parecía sacada de una película de gore barato, podía ver la carne y mis articulaciones del dedo gordo, morbosamente movía mi dedo para ver más, y cómo funcionaba la cosa, en la mano izquierda podía ver mis nudillos, era asombroso como ese pequeño hueso que a la vista era inofensivo, podía abrir una ceja en cuestión de una buena puntería al lanzar un puñetazo como bola de cañón. Tuve una sensación asquerosa, ganas de vomitar, mareo y el mundo comenzó a cerrarse… Al despertar seguía en la ambulancia con una venda alrededor de mi cabeza, yacía acostado sobre la camilla donde quizá alguien murió, y ahora quería llevarme con él.
Me trasladaron a la clínica 8, donde al llegar la camilla salió como ratero atravesando pasillos dentro del hospital, donde después de atravesar todo un laberinto de pasillos la camilla entro en un cuarto, me vi rodeado de batas blancas, camisas azules y una extraña sensación de seguridad y un inmenso asco a mi mismo por sentir aquella confianza hacia esas personas.
Sentí como mis tenis fueron deslizados de mis pies, despojándome de mi deplorable calzado, y escuche como la bata blanca sugirió cortar mis pantalones para quitármelos, unos pantalones de mezclilla que eran mis favoritos color azul marino, realmente gastados de la bastilla, Me negué rotundamente a que los cortaran y asi arruinarlos para siempre, así que yo mismo me quite los pantalones alzando mi cadera sobre la camilla, y bajándomelos y con ayuda de una camisa azul pudieron sacarlos sin problemas, pero mi camisa no tuvo tanta suerte. Una vez desnudo, Bata blanca dio órdenes de que limpiasen las heridas de mi cuerpo, trajeran el kit de suturas, y que me sedaran.
Bata blanca con gran puntería comenzó a suturar mi carne herida, el sedante intravenoso me hizo sentir borracho, pero mas consiente que si lo estuviera, trato con gran delicadeza mi herido cuerpo, y en cuanto pude voltee la mirada y vi un rostro joven de unos 30 años facciones delicadas y unos ojos compasivos, brillantes, llenos de vida. No estaba seguro si fue el sedante o realmente aquella bata blanca poseía un rostro y toque de ángel, pero sentía seguridad de que ella fuera quien trataba mis heridas. A pesar de estar sedado, Le pregunte a Bata blanca.
-Usted es casada?
- Por que la pregunta, respondió
- ¡¡¡Es que yo si le pongo casa y coche doctora!!!
A La vez que sentí un punzante piquete en una herida de mi culo, la doctora solo respondió:
- No estás tan mal he, mientras una pequeña risa salía de sus labios después de su respuesta a mi insinuación.
Decidí cerrar mi boca y esperar, Bata blanca ordeno a una camisa azul que me colocasen una sonda, sin idea de que era decidí esperar, y solo sentí como la enfermera introducía una larga manguera en mi pene, provocando una gran molestia en mi miembro y orgullo.